La Historia Detrás de ISANT
Mi aventura con el tejido comenzó a los 8 años, cuando una prima me enseñó a tejer. Empecé haciendo pañitos para decorar los muebles de la casa, algo que parecía simple, pero que despertó mi amor por esta actividad. A medida que fui creciendo, mi mamá se convirtió en mi aliada, regalándome revistas de tejido para que aprendiera a leer patrones y explorar nuevas técnicas.
Al llegar a la universidad, conocí a una mujer que necesitaba ayuda para tejer vestidos de Barbie. Me uní a ella y pasé un año tejiendo y perfeccionando mis habilidades, disfrutando cada momento. Sin embargo, después de graduarme de la Universidad y tener a mi primera hija, el tejido quedó en un segundo plano mientras me adentraba en el mundo laboral.
Todo cambió en 2020, cuando la pandemia me hizo recordar lo mucho que amaba el crochet. Decidí retomar este pasatiempo y, con ello, un nuevo capítulo en mi vida. Tejí una piecera color turquesa de chenilla que vendí rápidamente, y ese pequeño éxito me impulsó a fundar ISANT Tejidos, un nombre que combina los nombres de mis hijas, Antonia e Isabella.
En 2022, tomé la valiente decisión de renunciar a mi trabajo y dedicarme por completo a mi emprendimiento. En 2023 logré formalizar mi emprendimiento, transformándolo en una empresa y, con ello, surgió la oportunidad de estar en tres tiendas colaborativas: FUSION en Limache, Emporio Emprendedor en Santiago y La Tribu en Viña del Mar. Sin embargo, actualmente nos hemos enfocado exclusivamente en la venta online.
Cada puntada que doy en este viaje me acerca más a mi objetivo de crear moda consciente y sostenible, y estoy emocionada por ver hasta dónde me llevará este camino.
